El partido del viernes no es un partido de liga, es una final, un encuentro en el que no se deben considerar ni las estadísticas, ni las rachas de partidos, ni la clasificación… un partido en el que los jugadores que vistan la camiseta del Sevilla F.C. deben saber que no sólo luchan por 3 puntos si no por dar una alegría a todos los sevillistas, para disfrutar de una buena feria sin tener que aguantar la carga de los vecinos que llevan callados tanto tiempo que no pueden hablar más que del milagro que están haciendo este año, además de posibilitar el mantenernos con posibilidades en los siguientes partidos de acercarnos a Europa.
Claro que se parte de una situación de inferioridad ya que se terminó el último partido en la noche del martes y sólo se ha podido realizar dos entrenamientos para el partido, mientras los rivales llevan desde el sábado preparando el partido con concentración incluida. En este poco tiempo hay que recuperar a los jugadores que han salido tocados del duro partido ante el Athletic, Fazio y Kondogbia, e incluso para plantear recurso contra la injusta expulsión de Fernando Navarro.
Mientras el otro equipo que gracias a su concurso de acreedores está disputando la competición con jugadores que no ha pagado según lo pactado, está haciendo una temporada que ni el más optimista de sus seguidores lo esperaba al principio de temporada y encima se va a encontrar contra los dos equipos de la otra liga pensando únicamente en la Champions ya que la liga por arriba está decidida, con lo que se beneficiaran de jugar contra estos equipos con poca tensión y atención al contrario.
En cualquier caso esperemos que Emery haya aprendido la importancia del partido y sea capaz de inculcar los requisitos necesarios para vencer al otro equipo, con los adecuados ajustes en defensa, que tantos cambios está sufriendo en los últimos partidos, y el adecuado equilibrio en ataque, esperando que Negredo demuestre sus rabia ante la portería del rival y si es posible que se mantengan los resultados en la estrategia que ya en el primer gol del lunes se vieron.
En resumen, el viernes no se disputa un partido de liga, se disputa una final en la que hay que hacer todo lo posible por ganar porque los que pierden en las finales no son recordados.
Claro que se parte de una situación de inferioridad ya que se terminó el último partido en la noche del martes y sólo se ha podido realizar dos entrenamientos para el partido, mientras los rivales llevan desde el sábado preparando el partido con concentración incluida. En este poco tiempo hay que recuperar a los jugadores que han salido tocados del duro partido ante el Athletic, Fazio y Kondogbia, e incluso para plantear recurso contra la injusta expulsión de Fernando Navarro.
Mientras el otro equipo que gracias a su concurso de acreedores está disputando la competición con jugadores que no ha pagado según lo pactado, está haciendo una temporada que ni el más optimista de sus seguidores lo esperaba al principio de temporada y encima se va a encontrar contra los dos equipos de la otra liga pensando únicamente en la Champions ya que la liga por arriba está decidida, con lo que se beneficiaran de jugar contra estos equipos con poca tensión y atención al contrario.
En cualquier caso esperemos que Emery haya aprendido la importancia del partido y sea capaz de inculcar los requisitos necesarios para vencer al otro equipo, con los adecuados ajustes en defensa, que tantos cambios está sufriendo en los últimos partidos, y el adecuado equilibrio en ataque, esperando que Negredo demuestre sus rabia ante la portería del rival y si es posible que se mantengan los resultados en la estrategia que ya en el primer gol del lunes se vieron.
En resumen, el viernes no se disputa un partido de liga, se disputa una final en la que hay que hacer todo lo posible por ganar porque los que pierden en las finales no son recordados.
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